Hay varias tecnologías de activación, pero todas sirven para lo mismo: detectan cuando un coche ha pasado por un punto concreto de la carretera. Los sistemas de semáforo en rojo suelen tener dos activadores de bucle de inducción colocados bajo la calzada, cerca de la línea de detención (más adelante se habla de esto).
El ordenador es el cerebro de la operación. Está conectado a las cámaras, a los activadores y al propio circuito del semáforo. El ordenador controla constantemente la señal de tráfico y los activadores. Si un coche activa un disparador cuando el semáforo está en rojo, el ordenador toma dos imágenes para documentar la infracción. La primera imagen muestra el coche justo en el borde de la intersección y la segunda imagen muestra el coche en el centro de la intersección.
La principal tecnología de activación utilizada en los sistemas de semáforo en rojo es el bucle de inducción. Un disparador de bucle de inducción es un tramo de cable eléctrico enterrado justo debajo del asfalto. Por lo general, el cable se dispone en un par de bucles rectangulares que se apoyan uno encima del otro (véase el diagrama siguiente).
Este cable está conectado a una fuente de energía eléctrica y a un contador, de modo que cuando se envía corriente eléctrica a través del cable, se genera un campo magnético. La colocación del cable en bucles concéntricos, como en cualquier electroimán, amplifica este campo
Cuando un coche pasa por encima de un bucle de inducción, perturba el campo electromagnético del bucle. Este tipo de campo no sólo afecta a los objetos que se encuentran alrededor del bucle, sino también al propio bucle. El campo magnético induce una tensión eléctrica en el cable que es contraria a la tensión del circuito en su conjunto. Esto altera significativamente el flujo de corriente a través del circuito.
La intensidad de esta inducción depende de la estructura y la composición de la espira; si se cambia la disposición de los cables o se utiliza un material conductor diferente (metal), cambiará la inductancia de la espira. También se puede modificar la inductancia introduciendo materiales conductores adicionales en el campo magnético de la espira. Esto es lo que ocurre cuando un coche se acerca a la intersección. La enorme masa de metal que compone su coche altera el campo magnético alrededor del bucle, cambiando su inductancia.
El medidor del sistema controla constantemente el nivel de inductancia total del circuito. Cuando la inductancia cambia significativamente, el ordenador reconoce este cambio y sabe que un coche ha pasado por el bucle.
Este es el mecanismo de activación más común, pero no es el único que se utiliza. Algunas zonas han tenido éxito con sensores de radar láser o de tubo de aire.
Las cámaras de semáforo en rojo (RFID) son lectores de matrículas que se utilizan para fotografiar las matrículas de los coches que pasan por un cruce. La información se envía a una base de datos donde se puede comparar con los datos de infracciones anteriores. Si le fotografían pasando un semáforo en rojo, recibirá una notificación.
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