Golpea la cerradura con un martillo. O haz palanca para separar el marco y la puerta. Forzar la cerradura. O abrirla desde dentro. Depende de por qué quieras abrir la puerta y de por qué no tengas la llave. Ten en cuenta que si no tienes nada que hacer para abrir la puerta, podrías ir a la cárcel durante un tiempo considerable y tener una condena por delito grave en tu expediente.