Pues bien, llegarías un poco tarde a la fiesta. Dependiendo de cómo se defina «inteligente», varias ciudades ya tienen la capacidad: Prosser tiene más doctores per cápita que la mayoría de las ciudades de EE.UU. y ha incrementado su infraestructura para dar servicio a los mismos, Ephrata y varias otras ciudades pequeñas tienen enormes granjas de ordenadores (que ahora están haciendo bitcoins, pero ¿en el futuro?), Richland está ampliando sus servicios en la nube, etc.
Sí, el centro y el este de Washington siguen siendo una gran potencia agrícola, pero las autoridades portuarias de las comunidades más pequeñas (y aparentemente improbables) están adoptando con entusiasmo las nuevas tecnologías. O, al menos, lo intentan. ¿La razón? La energía barata.