IoT tiene cuatro niveles, denominados capa de percepción, capa de red, capa de servicio de gestión y capa de aplicación, de abajo a arriba.
La capa inferior consta de varios dispositivos y sensores inteligentes que pueden percibir el entorno circundante y recoger datos. La capa de red se encarga de transmitir los datos de los dispositivos finales a la capa superior para su posterior procesamiento. La tercera capa proporciona servicios de gestión para los datos de la IO, incluyendo el proceso posterior, el almacenamiento, la recuperación, la protección de la privacidad, etc. La capa superior es el escenario de aplicación específico, como la ciudad inteligente y la agricultura inteligente, donde los datos de IoT se ponen en uso práctico.
La tecnología de IA puede adoptarse en la capa de gestión para proporcionar servicios avanzados de procesamiento de datos, como la toma de decisiones inteligentes.
Desde otro punto de vista, IoT puede proporcionar una enorme cantidad de datos fiables y en tiempo real para los modelos de IA.