El Internet de las Cosas es un fenómeno único basado en dispositivos conectados a nivel nacional o incluso mundial que proporcionan datos para su posterior procesamiento, proporcionando la información adecuada a los actores de todos los negocios e industrias. Hoy en día, muchas empresas confían en el IoT para sus próximas estrategias y servicios.
Las empresas de hoy pueden ofrecer a los consumidores lo que buscan con un coste razonable y una buena calidad. Estos productos son fácilmente aceptados a gran escala. Pero como nada es perfecto, el IoT también tiene algunos desafíos debido a la interferencia humana y de otro tipo en el proceso.
Veamos algunos retos comunes como los problemas de calidad, la superación de los presupuestos y los largos plazos a los que se enfrentan las empresas debido a IoT.
Problema de compatibilidad en diferentes sistemas de IoT
Con un número de vendedores y proveedores de servicios, resulta difícil gestionar la interoperabilidad entre los diferentes sistemas de IoT. El IoT comprende sensores y redes, pero no todas las máquinas están equipadas con sensores avanzados y capacidad de conexión para transferir y compartir datos. Diferentes máquinas tienen diferentes sensores que proporcionan diferentes resultados. Este es el problema más común hoy en día.
Hardware y software obsoletos.
Los fabricantes se centran en la construcción de nuevo hardware y software a un ritmo cada vez mayor, sin prestar ninguna atención al aspecto de la seguridad. Lamentablemente, muchos de estos dispositivos no reciben suficientes actualizaciones y algunos ni siquiera las reciben, por lo que son propensos a ser pirateados poco después de la compra. Las actualizaciones periódicas son imprescindibles para todo lo que esté conectado a Internet, ya que la ausencia de actualizaciones invita a la violación de los datos tanto de las empresas como de los clientes.
Credenciales débiles o no modificadas-
Los usuarios suelen recibir un ID y una contraseña por defecto junto con los dispositivos que, si no se cambian, pueden ser fácilmente atacados por los hackers. Cuando conocen el nombre de usuario, encontrar una contraseña no les resulta difícil, ya que los usuarios utilizan los datos por defecto. Los clientes deben cambiar sus credenciales justo después de tener el dispositivo e incluso a intervalos regulares para evitar que los hackers invadan sus datos. No hacer una actualización significa dejar sus datos abiertos a ataques externos.
Predicción y prevención de ataques
Los ciberdelincuentes son profesionales a la hora de encontrar nuevas formas de entrar en su dispositivo. En ese caso, no sólo hay que averiguar los puntos débiles, sino también los métodos para solucionar esas amenazas. Los dispositivos conectados traen consigo el reto de la seguridad. Los modernos servicios en la nube incluyen la inteligencia artificial en la inteligencia de amenazas para predecir los problemas de seguridad. Sin embargo, como la conexión de estos dispositivos necesita un procesamiento instantáneo de los datos, resulta difícil adaptarlos en Iot.
Es difícil comprobar si el dispositivo se ha visto afectado.
Aunque no hay garantía de que no se produzcan amenazas a la seguridad, la mayoría de los usuarios tampoco saben si sus dispositivos han sido pirateados. Debido a la gran cantidad de dispositivos IoT que hay en el mercado, resulta muy difícil supervisarlos todos. Todos los dispositivos tienen aplicaciones, servicios y modos de comunicación y, debido al gran número de dispositivos IoT, es difícil gestionarlos todos, por lo que los usuarios no son conscientes de que han sido hackeados.
Manejo de datos no estructurados
Con más dispositivos, la variedad de datos se multiplica. El verdadero reto es decidir qué datos son valiosos y cuáles no. Como la mayoría de los datos no están estructurados y no están en formato SQL, no es fácil almacenarlos para recuperarlos. El big data es masivo y resulta muy difícil seleccionarlo y retenerlo.
Sí, el Internet de las Cosas es una bendición, pero con una enorme cantidad de datos recogidos en Internet, se vuelve vulnerable a la interferencia externa y a la piratería. Las grandes empresas y los profesionales de la ciberseguridad están intentando que sea fiable y esté protegida para los clientes, pero todavía no hay ninguna solución garantizada.