El Internet de las cosas es un ecosistema de seres humanos, objetos y máquinas, en el que a cada cosa se le asigna una identidad única y se conectan entre sí, para generar y transferir los datos a través de la red asignada.
IoT inicia una nueva revolución en todas las industrias. En la tecnología IoT, los dispositivos están equipados con sensores y hardware modular para supervisar y recoger la información del proceso y las perspectivas. Dado que los dispositivos IoT están conectados a Internet, producen una enorme cantidad de datos cada segundo.
En este momento los mayores desafíos que se presentan al implementar la tecnología del Internet de las cosas son:
La seguridad de los datos: Asociada a las tecnologías IoT la seguridad de la información se convierte en la principal preocupación. Los dispositivos están conectados a la red y las posibilidades de ser robados aumentan. Todo lo que está conectado a Internet da la facilidad a los hackers para ejecutar los ataques DDoS e inyectar algunos datos maliciosos para destruir el funcionamiento de las aplicaciones.
Escalabilidad de la infraestructura: Los dispositivos IoT producen Gigabytes o incluso Terabytes de datos cada segundo y se hace casi imposible de gestionar si la industria carece de una infraestructura escalable. La cantidad de datos que se generan y se envían a los dispositivos de almacenamiento aumenta gradualmente. Para superar este problema, las empresas deberían empezar a utilizar los servicios de almacenamiento en la nube.
Conectividad inalámbrica: Con los dispositivos IoT el ancho de banda de la red y la conectividad inalámbrica juegan un papel vital. Para evitar los fallos, los dispositivos deben tener una conectividad de mayor ancho de banda.
Suministro de energía regular y copias de seguridad: Los dispositivos IoT son una combinación de hardware y software. Para que estos dispositivos funcionen de forma impecable, se debe contar con una fuente de alimentación regular y con copias de seguridad.
Mantenimiento de datos históricos: Todos los datos deben ser almacenados para el análisis de tendencias y patrones.