IoT es la abreviatura de Internet de los objetos. El Internet de las cosas (IoT) se refiere a la red cada vez más amplia de objetos físicos que cuentan con una dirección IP para la conectividad a Internet, y la comunicación que se produce entre estos objetos y otros dispositivos y sistemas habilitados para Internet.
Así, cuando cada dispositivo habilitado para Internet puede hablar de su entorno a través de la detección (sensores) y luego utilizar esa información para añadir valor al caso de uso
En el sentido de la IO, los «dispositivos» pueden referirse a una amplia variedad de aparatos, como implantes de monitorización cardíaca, transpondedores de biochips en animales de granja, almejas eléctricas en aguas costeras, automóviles con sensores incorporados, dispositivos de análisis de ADN para la monitorización medioambiental/alimentaria/patógena, o dispositivos de operaciones de campo que ayudan a los bomberos en las operaciones de búsqueda y rescate.
El Internet de las cosas (IoT) es la interconexión de dispositivos físicos, vehículos (también denominados «dispositivos conectados» y «dispositivos inteligentes»), edificios y otros elementos dotados de electrónica, software, sensores, actuadores y conectividad de red que permiten a estos objetos recoger e intercambiar datos.
Es una red de productos que están conectados a Internet, por lo que tienen su propia dirección IP y pueden conectarse entre sí para automatizar tareas sencillas. El Internet de los objetos (IoT) está en sus inicios.
Además de la expansión de la automatización conectada a Internet en una plétora de nuevas áreas de aplicación, también se espera que la IO genere grandes cantidades de datos procedentes de diversos lugares, con la consiguiente necesidad de una rápida agregación de los datos, y un aumento de la necesidad de indexar, almacenar y procesar dichos datos con mayor eficacia. La IO es una de las plataformas de la actual ciudad inteligente y de los sistemas inteligentes de gestión de la energía.[