En esencia, es un pequeño ordenador. Le dices cuán cálida o fría quieres que sea tu casa a determinadas horas del día y se adaptará a tus deseos. Y lo que es mejor, puede comunicarse con tu teléfono inteligente o tu ordenador, permitiéndote ajustar las cosas sobre la marcha, por así decirlo. Digamos que tienes una fiesta a finales de verano que empezará antes de lo que normalmente empiezas a enfriar por la noche. Puedes ir al programa de ese termostato en tu teléfono y enviarle un mensaje para que empiece a enfriar la casa un poco antes de lo normal.
No es más que un termostato electrónico normal al que, cuando se le añade la capacidad de comunicarse con el mundo exterior, se convierte en inteligente, como ellos lo llaman.
Un termostato que se conecta a Internet mediante tecnologías wifi. Una vez asignada una dirección IP puede ser interrogado y controlado para los ajustes de temperatura, las lecturas de la temperatura, los ajustes del ventilador como automático o manual .. Todo ello de forma remota.
¡Al igual que cualquier dispositivo electrónico que cuando se le da la capacidad de comunicarse se convierte en inteligente!