En esencia, es un pequeño ordenador. Le dices cuán cálida o fría quieres que sea tu casa a determinadas horas del día y se adaptará a tus deseos. Y lo que es mejor, puede comunicarse con tu teléfono inteligente o tu ordenador, permitiéndote ajustar las cosas sobre la marcha, por así decirlo. Digamos que tienes una fiesta a finales de verano que empezará antes de lo que normalmente empiezas a enfriar por la noche. Puedes ir al programa de ese termostato en tu teléfono y enviarle un mensaje para que empiece a enfriar la casa un poco antes de lo normal.